ECOLOGÍA/ENTOMOLOGÍA - El nombre de un nuevo opilión homenajea a un personaje de El Señor de los Anillos
Iandumoema Smeagol es la tercera especie del género que se describe y la primera sin ojos (foto: Maria Elina Bichuette) |
PETER MOON
Al elegir a uno de los personajes más importantes de la trilogía El Señor de los Anillos para nombrar a una nueva especie ciega de opilión, un grupo de científicos de Brasil logró difundir con fuerza su trabajo internacionalmente.
El artículo científico que describe al oscuro artrópodo salió publicado el día 18 de noviembre en la revista ZooKeys. E inmediatamente se convirtió en noticia en la prensa internacional: se difundió en Washington Post, USA Today, Time, National Geographic, New Scientist y en otros medios.
Se conocen alrededor de mil especies de opiliones –también llamados segadores– en Brasil y más de seis mil en todo el mundo. Diez de ellas viven en ambientes subterráneos. Sméagol es la tercera especie del género Iandumoema que se describe y la primera de este género que carece de ojos. Las otras, también brasileñas y exclusivamente subterráneas, son I. uai Pinto-da-Rocha 1996 e I. setimapocu Hara & Pinto-da-Rocha 2008, existentes en el estado de Minas Gerais.
El nombre Iandumoema Smeagol constituye un homenaje al hobbit que encontró el precioso y poderoso anillo y que fue hechizado por éste, por lo cual pasó vivir en los más recónditos rincones de una caverna perdida. Fue allí, lejos de la luz y del mundo exterior, como en el transcurso de 500 años Sméagol perdió sus facciones, se deformó, desarrolló unos enormes ojos para ver en la oscuridad y pasó a llamarse Gollum. A diferencia del personaje, el segador Sméagol no tiene ojos, pero es cavernícola y habita ambientes oscuros.
“Me encanta El Señor de los Anillos. Leí la novela antes de ver las películas. Siempre quise bautizar a un animal con el nombre de un personaje”, dijo Maria Elina Bichuette, docente del Laboratorio de Estudios Subterráneos de la Universidad Federal de São Carlos (UFSCar).
Su equipo descubrió a Sméagol en el fondo de Toca do Geraldo, una cueva situada en el centro-norte de Minas Gerais. “Está muy modificado y especializado. Cuando decidimos describirlo, le pregunté a Ricardo qué le parecía ponerle Sméagol y él aceptó en el acto”, dijo.
Ricardo Pinto-da-Rocha es docente del Departamento de Zoología del Instituto de Biociencias de la Universidad de São Paulo (USP) y experto en opiliones: ha descrito más de 120 especies.
“Los opiliones son artrópodos de la clase de los arácnidos. Son por ello parientes de las arañas; pero no son arañas, es importante subrayarlo, pues se trata de una confusión muy común”, dijo el investigador, quien puso de relieve en el artículo publicado el apoyo que recibió de la FAPESP a través de un Proyecto Temático –en el marco de los programas BIOTA-FAPESP y Dimensions of Biodiversity-National Science Foundation– abocado a la investigación de la biodiversidad del Bosque Atlántico brasileño.
“Entre otras cosas, las arañas tienen el abdomen separado del resto del cuerpo. En el caso de los opiliones o segadores, el abdomen está fundido”, dijo Pinto-da-Rocha.
La cueva Toca do Geraldo
La especie descrita tiene como principales características que carece de ojos y de pigmentación, y entre sus cuatro pares de patas el segundo es muy alargado: mide 2,5 centímetros, en tanto que el cuerpo mide tan sólo medio centímetro.
“El segundo par de patas no sirve para la locomoción. Los opiliones lo utilizan como un apéndice sensorial, y sirve para tantear el ambiente, para su localización. Sus pelos sienten el movimiento del aire en la caverna. Para ellos son sumamente importantes”, dijo Pinto-da-Rocha.
La historia inherente al descubrimiento de Sméagol empezó en 2013, cuando Bichuette, quien estudia cavernas hace alrededor de 20 años, empezó a dirigir en su maestría a Rafael da Fonseca-Ferreira, también autor del artículo publicado en ZooKeys.
Durante el proyecto, los científicos prospectaron la fauna de algunas grutas de Monjolos, en Minas Gerais, en el borde de la formación montañosa de Serra do Espinhaço. La zona tienen un clima con estaciones marcadas (una seca y otra lluviosa) y su vegetación es de transición entre el Cerrado o sabana y la Caatinga desértica.
“Un cierto día, vimos a un hombre desmalezando y le preguntamos si conocía alguna gruta en la zona. No indicó una la que denominó ‘toca’ [cubil en portugués]. Le dimos a esa cueva el nombre de Toca do Geraldo, en homenaje a ese hombre. Fuimos los primeros espeleólogos que exploramos la gruta. Su localización era desconocida”, dijo Bichuette.
La entrada de la caverna es una grieta en el suelo de unos 12 metros por 80 centímetros. El descenso se lleva a cabo por un largo desnivel que se abre hacia un gran recinto de 50 metros de altura y más de 100 metros de ancho, repleto de bloques rocosos caídos y cubierto por una alfombra de hojas que llegan ahí con los torrentes durante las épocas lluviosas.
Las hojas en descomposición le sirven de alimento a la fauna de la cueva. En ese salón aún llega una cierta claridad exterior. Al atravesarlo, el desnivel prosigue hasta llegar a un río subterráneo completamente inmerso en la zona escura de la caverna. Allí vive el opilión ciego Sméagol.
“La fauna es rica. Encontramos diversas arañas, caracoles, ácaros y colémbolos, además de vertebrados tales como sapos y colonias de murciélagos que depositan guano (excrementos), que constituye una fuente de alimento importante en la caverna”, dijo Bichuette.
Los opiliones son animales solitarios y omnívoros. “Contamos 14 ejemplares en total, siempre aislados unos respecto a los otros. Vi uno de ellos alimentándose de los restos de un animal muerto”, dijo.
La especie de opilión ciego habita un ambiente muy húmedo, en las paredes de la gruta y en la arcilla depositada a orillas del río. “Aún no sabemos cómo y cuándo fue parar dentro de la cueva y evolucionó hasta perder los ojos esta especie”, dijo Bichuette.
Los parientes más cercanos del género de Sméagol son opiliones que viven fuera de las cavernas, en bosques húmedos, dentro de la corteza de los árboles, en troncos huecos, en bromeliáceas y en la capa de hojas del suelo de la selva. Son animales de hábitos nocturnos.
No se halló ninguna otra especie de opilión en los alrededores de Toca do Geraldo. “Es una región extremadamente seca. No se conocen opiliones del lado de afuera de la cueva”, dijo Pinto-da-Rocha.
Una explicación plausible sobre esta ausencia indicaría que los ancestros de Sméagol habitaron la zona en un pasado remoto, cuando la misma era más húmeda. Pero, cuando el clima empezó a secarse, los opiliones que vivían al aire libre desaparecieron, dejando aislada a la población de la caverna. “Evolucionaron hace tiempo, cuando la región era húmeda”, dijo el investigador.
La misma especie de segador ciego fue hallada en menor cantidad en otra gruta de la zona llamada Lapa do Santo Antônio, que queda a 4,6 kilómetros de Toca do Geraldo. “Esto puede indicar que ambas cavernas tienen una conexión. Hemos recorrido alrededor de 1,5 km de Toca do Geraldo y observamos que el conducto del río subterráneo sigue adelante, lo cual indica un hábitat mayor para la existencia de la especie”, dijo Bichuette.
La investigación de campo destinada a estudiar los hábitos y las poblaciones del opilión Sméagol sigue adelante. “Estamos monitoreando las cavernas donde vive Sméagol y mapeando otras grutas de la zona. Estos animales son muy frágiles y raros. Debe estudiárselos preservando su hábitat; de lo contrario, la población correrá serio riesgo”, dijo Bichuette.
El equipo prepara ahora la descripción de nuevas especies que viven en el ecosistema “perdido” de Toca do Geraldo.
La nueva especie de opilión salió descrita en el artículo intitulado A new highly specialized cave harvestman from Brazil and the first blind species of the genus: Iandumoema Smeagol sp. n. (Arachnida, Opiliones, Gonyleptidae) (doi: 10.3897/zookeys.537.6073), de Ricardo Pinto-da-Rocha, Rafael Fonseca-Ferreira y Maria Elina Bichuette, publicado por ZooKeys, en:http://zookeys.pensoft.net/articles.php?id=6073.
publicado originariamente en Agência Fapesp
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