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PETER MOON
El consumo de alimentos industrializados –fundamentalmente refrescos– y el sedentarismo ha causado un aumento significativo de los casos de Síndrome Metabólico entre los indios xavantes que viven en las reservas de São Marcos y Sangradouro-Volta Grande, ambas en el estado de Mato Grosso, en Brasil.
Entre la población total de 4.065 habitantes de ambas reservas, se estudiaron 932 indios con edades de 20 años o más. De ellos, el 66,1% presentó Síndrome Metabólico, definido como una condición en la cual se detectan los factores de riesgo para enfermedades cardiovasculares y diabetes mellitus en un mismo individuo.
Sus principales componentes son la obesidad abdominal, la hipertensión arterial sistémica, la dislipidemia y los trastornos del metabolismo de la glucosa. Esto es lo que revela una investigación publicada en la revista Diabetology & Metabolic Syndrome. Este trabajo forma parte de la tesis doctoral de la profesora Luana Padua Soares, de la carrera de Nutrición de la Universidad Federal de Uberlândia (UFU).
Entre las mujeres, la incidencia de Síndrome Metabólico es más elevada. Nada menos que el 76,2% entre las indígenas que participaron en el estudio tiene la enfermedad, ante el 55,6% de los varones. De acuerdo con la investigadora, “la obesidad abdominal parece desempeñar un papel fundamental en la génesis del Síndrome Metabólico. En tal sentido, la elevada prevalencia del exceso de peso entre las mujeres xavantes podría constituir uno de los factores que justifican las elevadas prevalencias de SM en el sexo femenino. Si bien no fue el objeto de nuestro estudio, detectamos también que las mujeres presentan niveles menos intensos de actividad física.”
El sedentarismo es una de las posibles explicaciones de la alta incidencia del Síndrome Metabólico entre los xavantes. Pero no es la única. Se cree que la principal razón de la elevada cantidad de casos de obesidad, diabetes mellitus y otras enfermedades es el cambio en los hábitos alimentarios, con el aumento del consumo de alimentos industrializados, especialmente refrescos y comidas ricas en azúcares. “Sin embargo, a mi juicio, muchos xavantes aún no tienen conocimiento de la dimensión del problema y de los riesgos que ese perfil representa para su salud”, dice Padua Soares.
Según la investigadora, datos recabados entre 1999 y 2004 muestran que los xavantes exhiben elevados niveles de mortalidad (11,4 muertes por cada mil habitantes), especialmente durante el primer año de vida (96,7 fallecimientos de niños menores de un año por cada mil nacidos vivos). “Son cifras bastante superiores a los números promedio de la población brasileña. La expectativa de vida era de aproximadamente 61,7 años; es decir, cerca de la edad promedio en Brasil hace 27 años.”
La estrategia de prevención
Según Padua Soares, para intentar revertir el cuadro actual de Síndrome Metabólico entre los xavantes urge pensar estrategias de prevención y control del exceso de peso y de las alteraciones metabólicas teniendo en cuenta sus especificidades étnicas, culturales, antropométricas y de estilo de vida. “El retorno a las prácticas antiguas y más sanas es una de las alternativas, pero éste es ciertamente un proceso bastante complejo y difícil.
Sucede que los cambios en los hábitos alimentarios y en la práctica de la actividad física que ocurrieron entre los xavantes fueron consecuencia de una serie de factores, tales como cambios socioeconómicos, culturales y ambientales, contacto con la sociedad no indígena, restricción territorial y agotamiento de los recursos naturales, comprometimiento de las actividades de subsistencia y disminución de la diversidad alimentaria, entre otros.”
¿Pero el grupo xavante constituye un caso aislado o forma parte de un cuadro epidemiológico mayor? “No existen muchos estudios en Brasil referentes a la prevalencia del Síndrome Metabólico entre poblaciones originarias", dice la investigadora. “La prevalencia que más se asemeja a la encontrada entre los xavantes se verificó entre los kaingangs y los guaraníes, en Rio Grande do Sul (de un 65,3%)”.
En otros estudios con poblaciones indígenas, las prevalencias del Síndrome Metabólico fueron más bajas –un 21,9% entre los suyá y un 27,8% entre los khisêdjê, ambos grupos residentes en el Parque Indígena de Xingu, en Mato Grosso; y un 35,7% entre los indígenas de las aldeas Jaguapiru, en Dourados, Mato Grosso do Sul. “Las comparaciones son difíciles”, dice Padua Soares, “pues existen diferencias étnicas, culturales y de estilos de vida bastante significativas; pero es indiscutible que entre los xavantes la prevalencia es sumamente elevada.”
Puede leerse el artículo intitulado Prevalence of metabolic syndrome in the Brazilian Xavante indigenous population, de Padua Soares, Amaury Lelis Dal Fabbro, Anderson Soares Silva, Daniela Saes Sartorelli, Luciana Ferreira Franco, Patrícia Chamadoira Kuhn, Regina Santiago Moises, João Paulo Botelho Vieira-Filho y Laércio Joel Franco (doi:10.1186/s13098-015-0100-x), en Diabetology & Metabolic Syndrome 2015.
Publicado originariamente en Agência FAPESP
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